Establecer metas e inscribir a socios responsables en tu viaje de salud y bienestar ha sido considerado durante mucho tiempo como la mejor manera de lograr el éxito. En el pasado, este trabajo se hacía más a menudo con la ayuda de un entrenador personal o, en algunos casos, las personas auto-motivadas con un poco de conocimiento podían intentarlo con un cuaderno y un bolígrafo. Avanza rápidamente hacia la era digital y abundan las opciones de formación y seguimiento.
Los entrenadores de hoy en día son compañeros increíbles que son más accesibles que nunca y están armados con herramientas mejoradas. A la mezcla se suman las inspiradoras cuentas de medios sociales para seguir y los rastreadores de actividades para controlar su progreso en cada paso del camino. Pero cuando se trata de tu viaje de bienestar personal, ¿la facilidad con la que puedes compartir, cuidar y competir ha hecho que la balanza pase de ser beneficiosa a estresante?
Mientras que muchos todavía están luchando por levantarse del sofá, otros han girado el péndulo demasiado en la dirección opuesta, gracias a la monitorización 24 horas al día, 7 días a la semana, que ahora está disponible. Una mirada a tu muñeca, un desplazamiento a través de tu feed o un check-in virtual de tu entrenador te recuerda las cosas que no has hecho que deberías o te regaña por las cosas que no deberías hacer que tienes. ¿Esto ayuda o duele? Aquí hay tres ideas sobre cómo puede darle cordura a las expectativas poco realistas que puede estar poniéndose a sí mismo mediante el seguimiento y la documentación de cada cosa que hace:
1. Aliado de la rendición de cuentas
En primer lugar, lo que tu o quienquiera que haya decidido puede ayudarte a crear y mantener tus metas debe ser visto como un aliado para la rendición de cuentas. Un aliado es un socio y un colaborador.
Ya sea que estés siguiendo un objetivo diario en tu dispositivo, comprobando con un entrenador o buscando a una celebridad social para saber qué es lo siguiente, la relación entre tú y tu"entrenador" elegido debe ser vista como un guerrero y un "compañero".
Tú eres el guerrero. Tu entrenador está a tu lado, proporcionándote retroalimentación, sugerencias. Tú eres el que está en la lucha; puedes necesitar entrenamiento aquí y allá, pero es tuyo para ganar o perder.
Evita tratar a tu entrenador como la persona en la línea de llegada con todas las respuestas. No debes confiar en él, en ella o en ella para que te diga qué hacer en cada paso del camino. Te has entrenado, estás en el campo, así que confía en tus instintos y haz lo tuyo. Alternativamente, evita colocar tu carroza detrás, empujándolo hacia arriba en la colina. Busca a tu entrenador cuando sea necesario, pero confía en que tiene todo lo necesario en tu interior.
2. Renegociar relaciones
Segundo, tu aliado nunca debe ser visto como un detractor, un enemigo o un oponente. De vez en cuando, tendrás que renegociar tu relación con cualquier entrenador que hayas elegido porque la vida se interpondrá en tu camino. Mientras que unos pocos fanáticos del fitness pueden ser capaces de superar cualquier obstáculo, la mayoría de nosotros necesitamos un pase aquí y allá.
Si necesitas un descanso o prevés obstáculos que se interpongan en tu camino durante un día, una semana o incluso un período prolongado, háblalo y se realista. Las enfermedades, los viajes y los plazos de trabajo son parte de la vida y también lo es el agotamiento. Aunque es posible seguir adelante, a veces sólo hay que cambiar el poste de la portería. Y tú estás a cargo del cambio.
Ya sea que tu entrenador sea una persona de la vida real o una persona virtual, la renegociación debe comenzar en su propia cabeza. Debes comunicar claramente y alinear tus mensajes internos para lograr el éxito final. Aprende a prometer menos y más para ti mismo. Comprométete con los objetivos y resultados que están totalmente bajo tu control hoy en día, no apuntes a algo que sólo sea posible en un estado futuro alterado. Establece metas que le den poder en lugar de aumentar tu nivel de estrés. Y no olvides que puedes cambiar tus objetivos diarios incluso si estás utilizando un dispositivo.
3. Pausa intencionada
De vez en cuando, debes salir del alambre sin una red. Apapa las notificaciones en tu rastreador, elije y ejecuta un entrenamiento solo e ignora los medios sociales por un día (o más). Simplemente muévete porque puedes y te sientes bien.
Una relación de por vida con el movimiento significa que lo percibes como un regalo en lugar de una tarea. En ocasiones, nuestros entrenadores -ya sean humanos o digitales- necesitan ser apagados para ver si esto es cierto. Sabes lo suficiente como para que sea un día o incluso una semana sin que te toquen. Escucha a tu cuerpo, haz lo que te hace sentir bien y confía en que lo que sea que suceda o no suceda no te hará o romperá.
Tu viaje por el bienestar se compone de altibajos, carreras... La forma en que reaccionas a todo esto es lo que te define. Aprende a respirar hondo y a disfrutar del paseo.