¿Quema más calorías en el calor o en el frío? Parece como si la energía extra que se necesita para mantenerte caliente cuando haces ejercicio en un ambiente frío se traduciría en más calorías quemadas. Sin embargo, el ejercicio eleva la temperatura del cuerpo por sí solo sin necesidad de gastar más energía para hacerlo. En clima caluroso, se necesita más esfuerzo cardiovascular para refrigerar el cuerpo, lo cual ocurre al bombear sangre a la piel para promover la sudoración. Por lo tanto, hacer ejercicio en clima cálido en realidad consumiría más energía que hacer ejercicio a una temperatura cercana al punto de congelación.
En un estudio, nueve sujetos varones realizaron ciclos de 90 minutos a diferentes temperaturas: -10 grados centígrados, cero grados centígrados, 10 grados centígrados y 20 grados centígrados. Durante las dos temperaturas más frías, hubo una mayor proporción de intercambio respiratorio, lo que indica que se utilizó más carbohidratos como combustible y se oxidó menos grasa que durante los ensayos más cálidos. En otro estudio de ocho ciclistas hombres, los sujetos cabalgaron hasta el agotamiento en cuatro temperaturas diferentes (aproximadamente 4, 10, 20 y 30 grados Celsius).
El tiempo más largo hasta el agotamiento se encontró a 10 grados centígrados y el más corto a 30 grados centígrados. Esta investigación mostró una relación entre la temperatura y la capacidad de ejercicio con el mejor ejercicio que se puede realizar en los rangos moderados con la capacidad más baja en cada extremo de los extremos de temperatura.
Estos dos estudios sugieren que hacer ejercicio a una temperatura de moderada a cálida es lo mejor para quemar grasa y hacer ejercicio por más tiempo, por lo que se queman más calorías en general.
El clima frío no aumenta el gasto calórico a menos que, sin embargo, el cuerpo comience a temblar. Cuando una persona está temblando, el cuerpo necesita trabajar más duro para mantener la termorregulación (temperatura corporal). Según Nancy Clark, M.S., R.D., el temblor puede quemar alrededor de 400 calorías por hora y agota las reservas de glucógeno y lo hace sentir fatigado. En esta situación, el gasto de energía en clima frío es mayor que en clima cálido, pero la cantidad real de calorías adicionales quemadas debido al temblor depende de la temperatura, el tiempo que la persona estuvo expuesta y el tipo de ropa.
Otros factores pueden causar aumento de peso durante los meses de invierno. El clima inclemente y menos luz del día pueden disminuir la actividad. La depresión invernal, también conocida como trastorno afectivo estacional, está relacionada con los bajos niveles de producción de serotonina (la hormona para sentirse bien en el cerebro). Se ha demostrado que comer carbohidratos aumenta la cantidad de serotonina en el cerebro, que también puede ser la razón por la que buscamos una galleta después de un día duro. Además, a muchas personas les resulta difícil resistirse a las muchas golosinas altas en calorías que están disponibles en abundancia durante las fiestas.