Las mancuernas son una herramienta clave para el entrenamiento de press, ya sea de pecho, hombros o tríceps. Con las mancuernas se puede trabajar cada músculo de manera individual, logrando un mayor aislamiento y volumen. Además, las mancuernas permiten una mayor amplitud de movimiento, lo que aumenta la efectividad del ejercicio.
Antes de empezar el entrenamiento, es importante elegir el peso adecuado de las mancuernas. Se debe escoger un peso que permita realizar el número de repeticiones adecuadas para cada objetivo, sin sacrificar la técnica ni la postura. Es recomendable empezar con un peso ligero e ir aumentando gradualmente a medida que se adquiere resistencia.
Una vez seleccionado el peso, se puede empezar con la técnica de press. Para el press de pecho, se debe acostarse en un banco o en el suelo, levantar las mancuernas hasta los hombros y, lentamente, bajar las mancuernas hacia el pecho manteniendo los codos cerca del cuerpo. Luego, se debe empujar las mancuernas hacia arriba con fuerza, extendiendo los codos y volviendo a la posición inicial.
Para el press de hombros, se debe sentarse en un banco con la espalda recta, levantar las mancuernas hasta los hombros y, lentamente, elevar las mancuernas hacia arriba por encima de la cabeza, manteniendo los codos ligeramente flexionados. Luego se debe bajar las mancuernas lentamente hacia la posición inicial.
Por último, para el press de tríceps, se debe sentarse en un banco con la espalda recta, levantar las mancuernas hasta los hombros y, lentamente, extender los brazos hacia arriba, manteniendo los codos cerca de la cabeza. Luego, se debe bajar las mancuernas hacia la posición inicial, siempre manteniendo los codos cerca de la cabeza.
Es importante recordar que la técnica de press con mancuernas debe realizarse de manera lenta y controlada, evitando movimientos bruscos que puedan provocar lesiones. Además, es recomendable combinar el press con otros ejercicios para conseguir los mejores resultados en el entrenamiento.