El peso muerto es uno de los ejercicios más comunes y reconocidos para trabajar el músculo glúteo. Esta práctica, además de aumentar la resistencia y la fuerza, mejora la postura y ayuda a prevenir lesiones. Por esta razón, es importante que se realice de manera correcta para evitar cualquier mal uso o lesión.
Lo primero que hay que hacer para realizar un peso muerto es colocar los pies separados al ancho de la cadera. Flexiona ligeramente los pies en sentido de la rodilla. Luego, dobla los muslos y los brazos, levantando la parte superior del cuerpo. El tronco debe mantenerse recto y la espalda baja. Después, flexiona los codos y coloca las manos por delante de los hombros. Ahora, extiende los brazos para levantar el peso.
Mantén una buena postura durante todo el ejercicio. Es importante que el tronco se mantenga estable y sin inclinaciones. Así mismo, la espalda debe estar lo más recta posible. Al levantar el peso muerto, es importante que los brazos se extiendan completamente. Si se quiere aumentar la intensidad, se pueden usar mancuernas y aumentar la carga.
Para asegurar que la postura es correcta, se debe realizar el ejercicio frente a un espejo. Esto permitirá verificar que la curvatura de la espalda está bien y que el movimiento se realiza de manera adecuada. Asimismo, se recomienda practicar con un peso ligero para comenzar y luego ir aumentando la carga.
Finalmente, es importante tener en cuenta que el peso muerto es un ejercicio de alto impacto que puede ser muy beneficioso, siempre y cuando se realice de manera correcta. Por esta razón, se recomienda consultar a un profesional para que guíe el proceso y se eviten lesiones.