El entrenamiento funcional ha ganado mucha popularidad en los últimos años, debido a sus numerosos beneficios para la salud y el estado físico. Un circuito de entrenamiento funcional es una excelente opción para aquellos que buscan mejorar su fuerza, resistencia y flexibilidad.
Uno de los principales beneficios de este tipo de entrenamiento es que mejora la capacidad cardiovascular y respiratoria, lo que aumenta la resistencia y la energía física al realizar actividades cotidianas. Además, al fortalecer los músculos y mejorar la postura, se previenen lesiones y dolores de espalda así como también, se aumenta la capacidad de carga que se puede soportar en entrenamiento de levantamiento de pesas.
Otro beneficio importante es que este tipo de entrenamiento no sólo fortalece los músculos sino las articulaciones, lo que aumenta la resistencia ante posibles desgastes o lesiones, mejorando la calidad de vida a largo plazo. Además, gracias a los ejercicios de estiramiento propios de este tipo de entrenamiento, se ganará flexibilidad y se previenen lesiones en las articulaciones y lesiones recurrentes.
Por último, un circuito de entrenamiento funcional es una forma divertida y variada de entrenar. Los ejercicios se realizan en repeticiones cortas pero intensas, lo que implica cambiar frecuentemente entre sesiones de entrenamiento, permitiendo mejorar la resistencia, flexibilidad y fuerza. Además, con la variedad de ejercicios que se pueden realizar, nunca se aburrirá y siempre habrá algo nuevo que hacer en el circuito.