Las flexiones elevadas son un excelente ejercicio para fortalecer la parte superior del cuerpo. Se trata de una variante de las flexiones clásicas que se realizan con los pies elevados en lugar de apoyarlos en el suelo. Este tipo de ejercicio no solo ayuda a tonificar los músculos del pecho, los hombros y los tríceps, sino que también tiene otros beneficios para la salud.
Una de las principales ventajas de realizar flexiones elevadas es que te ayuda a mejorar la postura. Al fortalecer los músculos de la espalda, el cuello y los hombros, se reduce la presión en la espalda y se corrige la posición de los hombros. De esta forma, se reduce el riesgo de desarrollar dolores de espalda crónicos.
Otro beneficio de hacer flexiones elevadas es que ayuda a mejorar la flexibilidad y la movilidad de las articulaciones. Al trabajar los músculos de los hombros y los brazos, se mejora la circulación sanguínea y se reducen las lesiones articulares. Además, este tipo de ejercicio también puede ayudar a mejorar la coordinación y el equilibrio.
En resumen, las flexiones elevadas son un ejercicio muy completo que puede mejorar la fuerza, la postura, la flexibilidad y la movilidad de las articulaciones. Además, se pueden realizar en cualquier lugar y no requieren ningún equipo especial, lo que los convierte en una excelente opción para incluir en tu rutina de ejercicio diario.
Las flexiones elevadas se realizan cuando apoyamos las manos en algún objeto que nos permite elevar nuestro cuerpo en algunos centímetros por encima del suelo. Este ejercicio es especialmente beneficioso para fortalecer el tren superior del cuerpo, trabajando principalmente los músculos del pecho, los brazos y los hombros.
Además, las flexiones elevadas son una excelente manera de trabajar la resistencia y la fuerza del core, ya que al mantener el cuerpo alineado y estable mientras subimos y bajamos nos obliga a contraer los músculos abdominales y transversales.
Las flexiones elevadas también pueden ser utilizadas para enfocar el trabajo en áreas específicas del cuerpo. Por ejemplo, si cambiamos la postura de las manos para que estén más abiertas y separadas, se trabaja más la parte exterior del pecho y los hombros. Por otro lado, si colocamos las manos más cerca para que estén alineadas con los hombros, se fortalecen más los tríceps.
Es importante tener en cuenta que el número de repeticiones y series que se deben hacer de las flexiones elevadas dependerá del nivel de cada persona y su capacidad de resistencia. Además, se recomienda siempre mantener una buena técnica para evitar lesiones y maximizar los beneficios del ejercicio.
Las flexiones inclinadas son una variante de las flexiones comunes que, como su nombre indica, se realizan con la parte superior del cuerpo en posición inclinada. Para hacerlas, es necesario apoyar las manos en un objeto elevado, como un banco, una silla o una pared, y bajar el cuerpo hacia ese objeto.
Esta variante de las flexiones es muy útil para trabajar principalmente los músculos pectorales, que se encuentran en la parte superior del pecho. Además, también trabajan otros músculos que se concentran en esa área, como los hombros y los tríceps.
Las flexiones inclinadas son muy recomendables para aquellas personas que estén empezando a hacer ejercicio o que quieran fortalecer sus músculos pectorales antes de pasar a las flexiones tradicionales. También son muy útiles para aquellas personas que tienen problemas en las muñecas o en los codos y no pueden realizar las flexiones convencionales.
En definitiva, las flexiones inclinadas son una alternativa muy interesante para trabajar los músculos del pecho de una forma efectiva y segura. ¡Anímate a probarlas y verás cómo notarás los resultados en poco tiempo!
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Las lagartijas con pies elevados son una variante de las clásicas lagartijas y consisten en elevar los pies durante la realización del ejercicio. Esta variante es una excelente manera de trabajar diferentes grupos musculares.
Uno de los músculos principales que se trabajan son los pectorales, los cuales se encuentran en la zona del pecho y son esenciales tanto para la estabilidad como para la fuerza en la parte superior del cuerpo. Con las lagartijas con pies elevados, los pectorales se activan aún más intensamente debido al mayor grado de elevación de los pies.
Además, esta variante también conlleva un mayor trabajo de los tríceps, que son los músculos que se encuentran en la parte posterior del brazo y son esenciales para la extensión del mismo. Al hacer lagartijas con pies elevados, los tríceps deben trabajar para estabilizar el cuerpo y garantizar su movimiento.
Finalmente, los músculos del núcleo también se ven muy beneficiados al realizar lagartijas con pies elevados. Los abdominales y los músculos de la espalda baja trabajan en conjunto para mantener una posición correcta durante el ejercicio y aumentar la estabilidad del cuerpo.
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Las flexiones elevadas son una variante de las flexiones tradicionales y pueden ser un gran desafío para aquellos que buscan intensificar su entrenamiento de brazos. Esta variante implica elevar las piernas por encima del nivel del suelo mientras se hacen flexiones, lo que aumenta significativamente la dificultad del ejercicio.
Para hacer flexiones elevadas, primero debes colocarte en posición de flexión tradicional, con las palmas de las manos en el suelo a la altura de los hombros y los dedos apuntando hacia adelante. A continuación, debes elevar las piernas juntas y mantenerlas rectas, de manera que estén a unos 30-60 cm por encima del suelo.
Una vez que estés en esta posición, baja el cuerpo hacia el suelo doblando los brazos hasta que el pecho toque el suelo o esté ligeramente por encima del suelo. Luego, empuja el cuerpo hacia arriba con los brazos extendidos para volver a la posición inicial.
Es importante tener en cuenta algunos consejos para hacer flexiones elevadas de manera efectiva y segura. Lo primero que debes hacer es asegurarte de tener una buena forma en tus flexiones tradicionales antes de intentar esta variante más difícil. Además, debes estar consciente de que tus piernas y tu core (músculos abdominales) serán más activos en la variante elevada, así que asegúrate de mantenerlos tensos durante todo el ejercicio.
Para aumentar la intensidad de las flexiones elevadas, puedes hacer algunos ajustes en la posición de tus piernas. Si quieres un desafío aún mayor, puedes elevar tus piernas aún más alto o incluso apoyar tus pies en una superficie elevada (como una silla o un banco).
En resumen, hacer flexiones elevadas es un gran ejercicio para fortalecer tus brazos, tu core y tu equilibrio. Recuerda mantener una buena forma, tensar tus músculos y hacer los ajustes necesarios para aumentar la intensidad del ejercicio. ¡Inténtalo y desafía tus límites!