Parece que el ritmo de vida sigue ganando velocidad. Eventos constantes, fechas límite, metas y listas de tareas llenan el calendario. Este ritmo de vida puede llegar a ser estresante. Desafortunadamente, el estrés es una de las principales causas de enfermedad, infelicidad y ansiedad. Cuando estás realmente ocupado, es probable que no tengas tiempo para ducharte, y mucho menos para un masaje o unas vacaciones. Entonces, ¿cómo haces tiempo para desestresarte? Vayamos al grano, porque el tiempo es esencial. Prueba cualquiera de las siguientes acciones para mejorar su capacidad de reducir el estrés, mantener el equilibrio y aumentar la resistencia. Cada idea puede ser implementada diariamente con poco tiempo de compromiso.
1. Cambia tu forma de pensar.
Cambia tu enfoque a la abundancia en lugar de la falta. Concéntrate en lo que tienes y no en lo que no tienes. Este simple cambio de mentalidad evoca gratitud y un sentido de paz. De por sí tememos el fracaso y el rechazo. Nos preocupamos por tratar de controlar cada resultado en nuestras vidas. Nos comparamos con otras personas y creemos que siempre estamos atrasados. Por muy fácil que sea compararnos con los demás, es algo que realmente hay que evitar. Cada persona tiene sus propios desafíos, sentimientos de falta y ataques de infelicidad. Todos tenemos nuestra propia historia, cada uno es único y diferente. Está bien estar contento con donde estás ahora mismo y estar agradecido por lo que tienes en el presente.
Acción: Comienza un diario de gratitud.
Durante una semana, cada noche antes de acostarse, escribe tres cosas por las que te sientas agradecido, orgulloso, feliz o contento. Fíjate cómo llegaron estas cosas a tu vida. Al final de la semana, evalúa cómo te sientes. Es probable que hayas ocurrido un cambio de humor y que te sientas menos estresado.
2. Tómate un descanso.
En medio de un horario abrumador, una pausa egoísta puede sentirse irresponsable. Sin embargo, un breve descanso de cinco a diez minutos despejará la mente, ayudará con la fatiga y proporcionará una pausa muy necesaria durante un día ajetreado. Si es posible, salga a caminar un rato al aire libre. La naturaleza proporciona energía de base, y el movimiento mejora el flujo sanguíneo y produce hormonas que mejoran el estado de ánimo. Mejor aún, haz descansos regulares con un poco de ejercicio diario. Mantener un programa de ejercicio consistente, incluso cuando la vida es agitada, mejorará tus habilidades físicas y emocionales para lidiar con el estrés.
Acción: Entra en el presente.
En la próxima hora, toma un descanso de cinco minutos para dar un paseo. Observa tu entorno y presta atención a cómo se siente tu cuerpo. Haz un inventario de cómo te sientes antes y después de la caminata.
3. Sé un superhéroe.
La actividad física, la sonrisa, las posturas de poder y la respiración profunda son soluciones rápidas para los síntomas físicos relacionados con el estrés. Nuestros cuerpos muestran estrés en formas externas: los dolores de cabeza, los problemas gastrointestinales, el insomnio, los dolores y molestias generales a menudo se pueden atribuir al estrés. Incluso si usted no experimenta síntomas severos, es probable que haya experimentado fatiga, tensión general alrededor del cuello y los hombros, y una postura descuidada y cansada. Puedes engañar a tu cuerpo para que sienta menos síntomas físicos de estrés cambiando tu postura física. Párste derecho, alinea la columna vertebral y sonríe. Esta postura de poder es un impulso instantáneo.
Acción: Posa como un superhéroe.
Durante los momentos de estrés o cansancio general, póngase de pie y coloque las manos sobre las caderas. Finge que eres un superhéroe y hincha tu pecho. Respira profundamente cinco veces. Llene sus pulmones y su vientre hasta el límite de su capacidad. Luego, sonríe durante 10 segundos. El simple acto de sonreír envía una señal positiva al cerebro y permite que el cuerpo se relaje un poco. Esta postura de poder puede ser útil antes de las presentaciones y conversaciones difíciles, y para aquellos momentos en los que te sientes abrumado.
4. Practica la atención.
Cuando la vida es abrumadora, tu mente gira naturalmente con múltiples pensamientos. Centrar sus pensamientos en el pasado puede crear sentimientos de arrepentimiento y depresión, y centrarse en el futuro puede fomentar sentimientos de ansiedad. El único lugar donde podemos estar sin preocupaciones es en el presente. Eso significa dejar ir las expectativas de cualquier cosa excepto de lo que suceda ahora mismo.
La mayoría de nosotros tenemos plazos, objetivos y ambiciones para el futuro. Estar atentos en el momento no significa que dejemos ir esas cosas. Simplemente significa que dirigimos nuestra atención a la tarea en cuestión, y realmente ponemos nuestro enfoque y energía en ella. Para algunos, el prestar atención es estar totalmente inmersos en el trabajo. Tomarse el tiempo para comer despacio, saborear y disfrutar de la comida es una forma de prestar atención. Prestar atención a cómo se siente el cuerpo durante el movimiento es estar atento.
La atención también puede tomar la forma de prestar atención a la respiración, algo que ocurre durante todo el día sin que lo pienses dos veces. Cualquiera que sea la forma que tome la atención, el punto es que se puede hacer en cualquier momento, en cualquier lugar, y proporciona resultados inmediatos. En tan sólo 60 segundos, tu cuerpo y su mente se pueden calmar y recuperar el sentido del equilibrio.
Acción: Respira.
Asume una posición cómoda con una postura alta, de pie o sentado. Fija un temporizador de uno a tres minutos. Cierra los ojos y presta atención a tu respiración. Sigue la inhalación, sigue la exhalación. Trata de inhalar durante el mismo tiempo que exhala. Fíjate cómo te sientes antes y después de este ejercicio.
Se necesita un esfuerzo consciente y un compromiso para mantener un estilo de vida saludable y equilibrado. Estas cuatro ideas son maneras rápidas y eficientes de manejar el estrés y mantener el equilibrio cuando la vida se torna agitada.